27 de marzo de 2011
Si bien por sus historias se paseaban animales parlantes, duendes y espantapájaros vivos en escenarios como casas encantadas, ciudades de mundos paralelos y apacibles pueblecitos ingleses, uno de sus temas recurrentes era la incomprensión de los adultos hacia los niños y todo lo relativo a la infancia. Esperamos que, como era su deseo, podamos seguir reviviendo a través de sus libros la magia de la niñez.