(PEDRO ZUAZUA) En En la turba Laurent Mauvignier construye una fantástica novela que hace viajar al lector de la ilusión previa a un viaje al drama posterior. El 29 de mayo de 1985 pasó a la historia del fútbol por motivos trágicos. Aquel día se celebraba la final de la Copa de Europa en el estadio de Heysel, en Bruselas. Los contendientes eran la Juventus de Turín y el Liverpool. En los prolegómenos, una serie de avalanchas provocaron el caos y el pánico. Centenares de personas se aplastaron contra las vallas que separaban las gradas del terreno de juego. Fallecieron 39 aficionados. Otros 600 resultaron heridos. A pesar de lo sucedido, el partido se jugó. Los cadáveres, concentrados en un espacio anexo al terreno de juego, se podían ver desde diferentes partes del estadio.
Aquella desgracia marcó a toda una generación y planteó un debate sobre la violencia que rodeaba al fútbol y la seguridad en los estadios. Dos semanas antes, 56 personas habían muerto en un incendio en el estadio de Bradford, en Inglaterra.
En En la turba (Nocturna) el escritor francés Laurent Mauvignier construye una fantástica novela que hace viajar al lector de la ilusión previa a un viaje para ver un gran espectáculo al drama posterior, que genera una marca imborrable en todos los protagonistas, cuyos caminos se juntaron para siempre en aquellos angustiosos momentos. Existen imágenes terribles de lo acontecido en Heysel. La narración de Mauvignier es una de ellas, e incorpora la psicología de los que vivieron aquel infierno desde dentro.