(ÓSCAR ESQUIVIAS) (...) Muy distinto es el libro que pediremos al buen Gaspar (o Gaspard). Se trata de Un paisaje de cenizas (Nocturna Ediciones, 2015) de Élisabeth Gille, una editora y escritora francesa, hija de Irène Némirovsky, quien noveló una historia casi autobiográfica: la de Léa, niña judía de la alta sociedad parisina que, durante la ocupación nazi de Francia, encuentra cobijo clandestino en un internado católico de Burdeos (sus padres han sido enviados a un campo de concentración, pero ella cree que están de viaje y que cuando regresen castigarán a esas monjas que la tienen escondida). La novela, traducida por Juana Salabert, describe delicada y elocuentemente la difícil infancia y juventud de Léa, su compleja psicología y sus traumas.
Junto al relato íntimo de este personaje, también se recorre la historia de Francia durante las décadas centrales del siglo XX: el antisemitismo, el colaboracionismo con los nazis y la impunidad posterior, la militancia comunista, la guerra de Argelia, el existencialismo... A mí me ha conmovido mucho esta dolorosa novela que se atreve a abordar asuntos muy complejos con sutileza y verdad.