(ADA DEL MORAL) Había pasado el ecuador del siglo XX y, poco antes de que los hippies escribieran en las paredes aquello de "Gandalf for President", una jovencita tesonera llamada Diana Wynne Jones se sabía con la suerte de tener a mano dos magos vivos: los oxonienses C. S. Lewis y J. R. R. Tolkien.
(...) En su caso ayudaron, sin saberlo, dos magos inklings de excepción, Lewis y Tolkien, diferentes en todo menos en su talento. Si Lewis era menudo, de voz potente y entregado a un público numeroso en la sala más grande de todas, Tolkien, en cuanto tuvo claro que le pagarían igual con oyentes que sin ellos, optó por la sala más pequeña y por dar sus charlas de espaldas. Por la brevedad de sus discursos y su apariencia, parecía un profeta menor del Antiguo Testamento, recordaba Wynne Jones. (...) Mientras, Wynne Jones se acercaba a su destino: cuarenta libros exitosos, uno de los cuales, El castillo ambulante (1986, Berenice), dentro de la trilogía Ingary, compuesta por El castillo en el aire (1990, Berenice) y La casa de los mil pasillos (2008, Nocturna), daría lugar a la mítica película de animación del maestro Miyazaki.
Dueña de un humor acerado de una honestidad inquebrantable, publicó, antes de morir de cáncer de pulmón en 2011, la curiosa Guía completa de Fantasilandia (Nocturna), donde, entre bromas y veras, denuncia los convencionalismos de los hijos espurios de Tolkien y sus mezcolanzas medievales donde sólo se come estofado, buenos y malos se adivinan por las ropas y color de ojos y no se puede viajar sin sufrir mil emboscadas que terminan con una mega batalla entre el bien y el mal.
Su obra es todo lo contrario al tópico. Mordaz, aguda y dotada de un gran sentido de la comprensión, sus personajes son de carne y hueso, su magia pringa, huele, está ahí, igual que la maldad, la bondad y la seducción. Aunque varios de sus libros formen sagas, como Los mundos de Chrestomanci (el primero de los tomos lo ha publicado Anaya como Vida mágica), Dalemark o la famosa trilogía Ingary (más conocida por Los libros de Howl, mago alado que trae locas a tantas chicas), nunca es predecible y cada volumen, por más que se relacione con los otros, es independiente. (...) Entre el primer libro de Ingary, El castillo ambulante, y el último, La casa de los mil pasillos, pasaron dos décadas porque su trabajo no respondía a ningún plan de marketing editorial. (...)
Dura como las rocas de sus castillos mágicos, la dama Diana Wynne Jones se ganó hace mucho su varita mágica. ¡Quién pudiera escucharla de viva voz! Por suerte, quedan sus libros.
* Artículo completo en el número de abril de la revista Leer: