"Bienvenidos a un futuro donde el agua vale más que el oro o el petróleo. Todos la buscan y hay quien mata por ella". Esa es la premisa de Las guerras del agua, una novela que Justin Cronin, autor de El pasaje, define como "una incisiva fábula sobre un mundo cuyo recurso más preciado se ha agotado", y de la que Laurie David, productora del documental ganador de un Oscar Una verdad incómoda (Al Gore), dice: "Me morí de sed con sólo leerla". ¿Y si el agua del planeta se acabara? Eso plantea Cameron Stracher en una lectura muy adecuada para el Día de la Tierra.
SINOPSIS:
Los ríos se han secado, los casquetes polares se han derretido y las últimas reservas de agua potable están en manos de quienes pueden pagar el precio. Incluso hay multas por derrocharla.
Pero en la clase de Vera hay un chico al que no parece preocuparle esa posibilidad: un día llega bebiendo agua y tira las últimas gotas a la tierra ardiente. «Yo tengo mucha», explica. Poco después, desaparece y todo indica que no por voluntad propia.
Será entonces cuando Vera y Will se embarquen en un peligroso viaje para buscarle.