(EFE)
El corredor del laberinto, que llegará a los cines españoles el 26 de septiembre, cuenta la historia de Thomas, un adolescente que ha perdido la memoria y un día, sin saber cómo, llega al Claro, un lugar habitado solo por chicos de su edad y rodeado por el laberinto, morada de los malvados laceradores.
Dashner, autor también de otras series fantásticas, dijo que escribir sobre personajes que carecen de cualquier tipo de recuerdos fue «una experiencia diferente» porque «uno, como escritor, siempre se remite al pasado para construir los personajes y darle forma a la historia».
«En mi caso yo tenía que empezar de cero, como si los personajes vivieran sin ninguna historia previa, y eso me llevó mucho trabajo porque tuve que reescribirlo varias veces, sobre todo para ayudar a los lectores a conectarse con los personajes», explicó. Por eso, asegura que le prestó «suma importancia a las primeras cincuenta páginas», para poder transmitirles a los lectores «ese sentido de desorientación, que nunca supieran dónde estaban parados», lo mismo que le sucedía a Thomas.
Al llegar al Claro, por su «necesidad irrevocable de salvar a todo el mundo», Thomas se convierte en un corredor, uno más de los encargados de recorrer todos los días el laberinto en búsqueda de una salida. «En mis libros él está en mi cabeza como yo estoy en la suya, por eso Thomas se parece muchísimo a mí en su forma de pensar y en su manera de resolver los problemas. Aunque él es más valiente», confesó el autor. «Thomas es una persona de gran corazón que también tiene un poco de miedo por todo lo que vive, pero posee una especie de chispa dentro de él que lo hace sentirse responsable por los demás. Espero que mis lectores se identifiquen con este personaje y sus sentimientos», agregó.
El escritor sostuvo haber tenido «mucha suerte», cuando en 2009 la publicación del primer libro de su saga, conformada por una trilogía y una precuela, coincidió «por pura casualidad» con la de Los juegos del hambre, la serie escrita por la también estadounidense Suzanne Collins, que muchas personas encuentran similar a su trabajo. «Me encanta que hayan coincidido y creo que una de las razones por las que mis libros tuvieron tanto éxito fue gracias a la publicación casi simultánea, porque los libreros les decían a todo el mundo: “Si te gustó Los juegos del hambre, llévate El corredor del laberinto, que te va a gustar”», afirmó.
Dashner indica que eligió dirigirse a los jóvenes en parte para recuperar su adolescencia, en la que disponía de mucho tiempo libre para dedicar a la lectura de sus libros preferidos, principalmente El señor de las moscas de William Golding y El juego de Ender de Orson Scott Card, que el estadounidense reconoce como sus referentes. «Para mí poder escribir para los adolescentes significa una forma de remontarme a ese mundo mágico de mi infancia», aseguró.
Muchas veces, el escritor no da crédito de las repercusiones que ha tenido su novela en los jóvenes lectores, de quienes todos los días recibe cartas y mensajes a través de las redes sociales contándole cómo ha influido El corredor del laberinto en sus vidas. «Algunos lectores me dicen que mi libro les ayudó a salir de un estado depresivo -dice sorprendido- e incluso gente que tenía ataques de pánico de repente los pudo resolver a través del recorrido de la historia de Thomas».
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