El autor abulense residente en El Puerto de Santa María le ha dado la vuelta a la historia con 'El corazón de la piedra' (Nocturna), el título que se presenta esta tarde en la Biblioteca Provincial en el marco del ciclo 'Letras capitales'. Le acompañará el poeta José Ramón Ripoll. Fue este último, dice García López, de los primeros en leer y valorar la obra. Por amistad, pero también por experiencia. Porque la música es la protagonista, o el vehículo, o la excusa de este retrato de la convulsa Europa de los siglos XVI y XVII. La música de un polifonista, también abulense, más que olvidado, desconocido. El compositor castellano Tomás Luis de Victoria. La figura de un maestro de capilla, no por innovador en el terreno musical, se antojaba corta para construir una novela del calibre que ha resultado 'El corazón de la piedra'.
La música como vehículo
En esas se encontraba García López cuando se topó con otro vida, rica y relevante. El personaje de la archiduquesa Margarita, hija del emperador Maximiliano II de Habsburgo y María de Austria y monja en el convento de Las Descalzas Reales de Madrid, privilegiado lugar donde se encontró y entabló amistad con el maestro Victoria. Su admiración le lleva a la archiduquesa, voz narradora de la novela, en una «alucinación histórica», a contar su existencia, la del polifonista - «¿cómo puede escribir esa música tan dramática e inspiradora un hombre que ha vivido en instituciones cerradas, que no ha visto nada?, se pregunta la monja- y con la de ellos, la de un continente entre luces y sombras. «Fuerte, inteligente, sentimental y lúcida», Margarita evoca pasajes vividos por ella o por Victoria. El resto es ensoñación. Viajes a través de la música, omnipresente y ubicua. «La música es la que ha estado en muchos sitios, viaja más la música que el personaje», resalta el escritor. «La Archiduquesa cuenta lo que sabe de Europa y lo ilustra con una música de conciliación, pacífica, paradójicamente contrario a lo que ocurre en una región sacudida por las guerras».
Escenarios tan dispares como las batallas navales de Lepanto y la Armada Invencible, la Matanza de San Bartolomé, o ciudades imperiales como Viena, Praga y Budapest, se intercalan en 'El corazón de la piedra' con las andanzas del emperador Rodolfo II, artistas como el pintor Arcimboldo o el escritor Cervantes, leyendas que sirven de contrapunto a los personajes centrales del libro como la del Golem o la condesa Sangrienta y, por supuesto, las miserias y locuras endogámicas de los Habsburgo -la propia Margarita rechazó a su tío Felipe II en matrimonio-.
Aunque el panorama casi cinco siglos después sea bien diferente, con su narración García López plantea sin pretenderlo la reflexión acerca de lo cíclico de la Historia. «Cuando yo escribo una novela que no es contemporánea trato que sea lo más cercana posible. Ésta es una novela europeísta y aunque es cierto que no hay conflictos del tipo de entonces, sí que asistimos a una desmembración del continente, a una falta de entendimiento entre los pueblos. Yo he querido aportar una visión, quizá ingenua, la del arte exigente frente a las voces del poder», señala el autor abulense.
José María García López se apoya en las palabras de Cortázar sobre su obra 'El perseguidor' para explicar el «reto» que ha supuesto tratar de hacer música con las palabras que tejen su narración. «He usado recursos como la eliminación del tiempo o la inclusión de voces entrelazadas para tratar, como dice Ripoll en la contraportada, 'que la música vibre a través de las palabras, perfectamente encabalgadas como si todo el entramado narrativo fuese una voz más de su polifonía'».
Autor de poesía y relatos breves, el literato afincado en Cádiz ha consolidado su carrera como novelista. La última que ha escrito, aún por publicar, combina la ficción con la biografía de otro personaje de altura, el cineasta y poeta italiano Pier Paolo Pasolini. Hoy, a las 19 horas, cita con García López y José Ramón Ripoll para trasladarnos a los comienzos de la vibrante Edad Moderna.
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