(EUGENIO FUENTES) Visto desde los ojos de Paul, el niño protagonista de
En un rincón tranquilo, el banquero Bruno von der Ost, su padre, presenta una imponente figura de anchas espaldas, ojos centelleantes y rubio bigote ondulado. El mundo es, desde la mirada de un Paul que se dispone a pasar el verano en la mansión rural de la familia, un espacio excitante e inabarcable. Pero el orbe que Paul no ve es aún más incontrolable, embarcado ya en la funesta aventura de la Gran Guerra. Eduard von Keyserling (1855-1918), cuya obra está siendo publicada de modo sistemático por Nocturna, es sin duda el rey del impresionismo alemán. Y
En un rincón tranquilo, editada en el último año de su vida, es muestra sobresaliente de su gran talento para reflejar un mundo agonizante
A su magistral capacidad para convertir luces, paisajes y objetos en protagonistas de sus relatos, se suma aquí el paradójico contraste con la inexperta mirada del pequeño Paul, en cuyo horizonte se dibujan presagios del otoño y la sombra de un amor que lo asoma al universo adulto.
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