Guía completa para recorrer ’Fantasilandia’ sin perderse (Estrella Digital)
22 de enero de 2010
Nocturna inaugura su colección de Literatura Mágica con el libro de la británica Diana Wynne Jones, autora de ’El castillo ambulante’
La guía completa de Fantasilandia, de la autora británica Diana Wynne Jones, es la primera apuesta de Nocturna ediciones para su colección de Literatura mágica. La editorial, con sede en Madrid, comenzó su vida editorial en octubre de 2009 con la publicación de dos obras inéditas: Diario de un viaje a Rusia, de Lewis Carroll, y Recuerdos recobrados. Memorias, de Kiki de Montparnasse. Posteriormente, inauguraron el catálogo de Vidas contadas con el libro de testimonios Hijas de la ira, de Juana Salabert. Ahora, Nocturna ediciones ofrece a sus lectores una aproximación al universo de Diana Wynne Jones, una de las más reputadas voces de la literatura fantástica actual.
ESTHER GINÉS
MADRID
Como si el lector se preparase para un viaje, esta hilarante guía (completa) nos presenta a todos los seres que habitan Fantasilandia, que son muchos. Todos ellos darían para hacer una buena guía, pero no una guía completa.
Diana Wynne Jones, en su empeño por lograr la guía definitiva, no se queda en la mera descripción de los habitantes de ese universo, consciente de que los aventureros siempre andan perdidos, a pesar de la ayuda del mapa ilustrado con el que arranca el libro. Por eso, da un paso más; responde todas las preguntas que uno se puede y se debe hacer cuando aterriza en Fantasilandia: quiénes utilizan la magia, por qué lo hacen, dónde han aprendido a usarla o por qué unos son adeptos, otros adivinos y otros, simplemente, se dedican a las artes oscuras.
La importancia de los símbolos identificativos para el viajero
Organizada por orden alfabético y siempre acompañada de símbolos identificativos -para que el lector encuentre la salida-, esta guía completa está llena de seres fascinantes. Así, por ejemplo, entre las páginas se cuelan bardos, brujas buenas y malas, algún que otro unicornio, princesas (de dos tipos: pánfilas y pizpiretas, estas últimas se reconocen por sus pecas y su nariz respingona), seres con escamas (numerosos y de todos los tamaños), vampiros (no muy extendidos en Fantasilandia, pero todavía quedan algunos) y herederos desaparecidos.
Hay que tener en cuenta que Fantasilandia no es el mejor lugar para los amantes de los animales, sobre todo porque apenas hay. La autora advierte al lector de que, aparte de conejos y liebres, cualquier animal que encuentre será consecuencia de un programa de cría de un brujo o de un cambio de forma. Los animales domésticos también son escasos, y su existencia sólo puede probarse mediante la deducción. Es decir, las ovejas han de existir porque la gente viste lana, y los gatos están por ahí porque acompañan a las brujas.
Si el turista es inteligente, nos dice Diana Wynne Jones, quizás quiera preguntarse el origen de la carne de estofado que se puede comer en las aldeas de Fantasilandia. Pero eso es otra historia, una más de las múltiples que aparecen en este libro tan recomendable, no sólo para expertos en fantasía, sino para lectores primerizos. Un libro que se abre pero no se puede cerrar, porque, entre risa y risa, encontramos el hilo que nos lleva a un universo en el que todos hemos entrado alguna vez.
Una autora influida por Tolkien y C. S. Lewis
Diana Wynne Jones (Londres, 1934), es una de las autoras más consolidadas y con un universo más personal de la literatura fantástica actual. Seguidora de los maestros J.R.R. Tolkien y C. S. Lewis, creadores de El señor de los anillos y Las crónicas de Narnia, respectivamente, la escritora y filóloga es autora de El castillo ambulante, que fue llevada al cine en una aplaudida adaptación animada de Hayao Miyazaki. Ganadora de numerosos premios literarios y también autora de la saga Los mundos de Chrestomanci, Wynne Jones publicará este año su próxima novela, Enchanted Glass.
Su Guía completa de Fantasilandia, traducida al español por Gema Moraleda e ilustrada por Natalia Villalba de Mingo y Dave Senior, ha recibido los elogios de grandes autoridades del universo fantástico, como Terry Pratchett, creador del universo de Mundodisco y Neil Gaiman, autor, entre otros, de Coraline, Stardust o El libro del cementerio.
- ENLACE al artículo.
ESTHER GINÉS
MADRID
Como si el lector se preparase para un viaje, esta hilarante guía (completa) nos presenta a todos los seres que habitan Fantasilandia, que son muchos. Todos ellos darían para hacer una buena guía, pero no una guía completa.
Diana Wynne Jones, en su empeño por lograr la guía definitiva, no se queda en la mera descripción de los habitantes de ese universo, consciente de que los aventureros siempre andan perdidos, a pesar de la ayuda del mapa ilustrado con el que arranca el libro. Por eso, da un paso más; responde todas las preguntas que uno se puede y se debe hacer cuando aterriza en Fantasilandia: quiénes utilizan la magia, por qué lo hacen, dónde han aprendido a usarla o por qué unos son adeptos, otros adivinos y otros, simplemente, se dedican a las artes oscuras.
La importancia de los símbolos identificativos para el viajero
Organizada por orden alfabético y siempre acompañada de símbolos identificativos -para que el lector encuentre la salida-, esta guía completa está llena de seres fascinantes. Así, por ejemplo, entre las páginas se cuelan bardos, brujas buenas y malas, algún que otro unicornio, princesas (de dos tipos: pánfilas y pizpiretas, estas últimas se reconocen por sus pecas y su nariz respingona), seres con escamas (numerosos y de todos los tamaños), vampiros (no muy extendidos en Fantasilandia, pero todavía quedan algunos) y herederos desaparecidos.
Hay que tener en cuenta que Fantasilandia no es el mejor lugar para los amantes de los animales, sobre todo porque apenas hay. La autora advierte al lector de que, aparte de conejos y liebres, cualquier animal que encuentre será consecuencia de un programa de cría de un brujo o de un cambio de forma. Los animales domésticos también son escasos, y su existencia sólo puede probarse mediante la deducción. Es decir, las ovejas han de existir porque la gente viste lana, y los gatos están por ahí porque acompañan a las brujas.
Si el turista es inteligente, nos dice Diana Wynne Jones, quizás quiera preguntarse el origen de la carne de estofado que se puede comer en las aldeas de Fantasilandia. Pero eso es otra historia, una más de las múltiples que aparecen en este libro tan recomendable, no sólo para expertos en fantasía, sino para lectores primerizos. Un libro que se abre pero no se puede cerrar, porque, entre risa y risa, encontramos el hilo que nos lleva a un universo en el que todos hemos entrado alguna vez.
Una autora influida por Tolkien y C. S. Lewis
Diana Wynne Jones (Londres, 1934), es una de las autoras más consolidadas y con un universo más personal de la literatura fantástica actual. Seguidora de los maestros J.R.R. Tolkien y C. S. Lewis, creadores de El señor de los anillos y Las crónicas de Narnia, respectivamente, la escritora y filóloga es autora de El castillo ambulante, que fue llevada al cine en una aplaudida adaptación animada de Hayao Miyazaki. Ganadora de numerosos premios literarios y también autora de la saga Los mundos de Chrestomanci, Wynne Jones publicará este año su próxima novela, Enchanted Glass.
Su Guía completa de Fantasilandia, traducida al español por Gema Moraleda e ilustrada por Natalia Villalba de Mingo y Dave Senior, ha recibido los elogios de grandes autoridades del universo fantástico, como Terry Pratchett, creador del universo de Mundodisco y Neil Gaiman, autor, entre otros, de Coraline, Stardust o El libro del cementerio.
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